La Tilapia, un pescado de origen africano criado en cautiverio se está convirtiendo en una carta a tener muy en cuenta en razón de los números que registra su explotación especialmente en China.
Capaz de transformar un kilo y cinco gramos de ración en un kilo de producto, la especie muestra características especialísimas, al punto que el expositor preguntó a los presentes si algún técnico conocía alguna relación igual entre alimento y rendimiento en cualquier raza.
La carpa de conferencias estuvo repleta ayer durante la charla del Lic Ignacio Iriarte quien expuso interesantes conceptos sobre el mercado cárnico y las perspectivas del mercado internacional.
En uno de los pasajes más importantes de su intervención Iriarte mostró las cifras mundiales de producción desde el año 2000 a la fecha demostrando que en los últimos 20 años la producción mundial de carne vacuna, ovina y suina ha estado más o menos dentro de los mismos parámetros, mientras que la carne de ave ha duplicado sus volúmenes.
Pero lo que más llama la atención es que mientras la cantidad de pescado capturado se ha mantenido en los mismos números, la de cautiverio crece exponencialmente. Ello se debe dijo el especialista a que la capacidad de captura está acotada y porque especies nuevas y casi desconocidas para nosotros se expanden de manera impresionante al punto de alcanzar volúmenes iguales a la totalidad de la carne vacuna.
Hay razones para suponer que China y otras naciones de Asia se sumarán a la competencia por razones estratégicas y económicas. Explicó que mientras la cría a cielo abierto de vacunos resulta muy difícil por los costos en cualquier país de que se trate, el engorde en feedlots supone una ecuación capaz de motivar la importación desde nuestras tierras de ganado en pie y al mismo tiempo forraje. Asia -explicó- tiene su propia metodología de consumo hasta por razones religiosas, y China en particular no desaprovecha las vísceras y además procesa el cuero de manera profesional.
Pero hasta ahora, pese a que las mayores Universidades del mundo desarrollado analizan cómo revertir la relación alimento-producto, la conclusión es que el forraje seguirá siendo imprescindible.
Muchos preguntarán –dijo el disertante- por qué en nuestra zona no se intenta la producción de pescado en cautiverio y ello obedece a que nuestros climas invernales impiden la sobrevivencia de especies como la Tilapia de rapidísimo crecimiento, excelente carne y suma de propiedades.
La producción mundial de vacunos (mil millones de cabezas en todo el mundo) ha estado declinando muy levemente y se sostiene no sólo por el incipiente interés chino sino por las modas de Estados Unidos donde las hamburguesas y los churrascos de carne magra hacen las delicias de los consumidores.
Pese a los vaivenes de un comercio mundial cambiante y competitivo el futuro seguirá siendo seguro para los productores a quienes trasmitió una fuerte y necesaria cuota de optimismo.